Imagina que un día te sorprendes a ti mismo buscando recetas para hacer una buena tortilla de patatas con ingredientes locales de esa pequeña ciudad francesa en la que vives. O que suspiras pensando en la última vez que entendiste al primer intento las indicaciones para tramitar un simple papel en el ayuntamiento. Vivir en otro país no es siempre un cuento de hadas gastronómico, y la añoranza por tu hogar puede convertirse en una compañera silenciosa. En estas situaciones, una terapia online, con una psicóloga para españoles en Francia que además domine técnicas efectivas como la terapia EMDR, puede marcar la diferencia.
Vivir en Francia puede sonar muy romántico. Y, por supuesto, hay cosas maravillosas: el olor a pan recién horneado a la vuelta de la esquina, la posibilidad de probar quesos con nombres que no sabías ni pronunciar, las escapadas de fin de semana a ciudades como Lyon, Marsella o Toulouse, que tienen su encanto único. Pero también están esos pequeños choques culturales: el papeleo que parece diseñado por un genio del caos, las expresiones en francés que suenan como trabalenguas imposibles, y la sensación de que siempre hay algo, por mínimo que sea, que te recuerda que no estás en tu país natal.
La nostalgia puede colarse en tu vida de formas curiosas: una foto del barrio en el que creciste, la voz de tu madre al otro lado del teléfono preguntándote si hace mucho frío, o el recuerdo de una sobremesa familiar que ahora parece una tradición en extinción. Este cúmulo de sensaciones puede generarte estrés, ansiedad o incluso cierta tristeza. Y aquí es donde entra en juego la terapia online.
La terapia online es esa solución flexible que se adapta a tu vida en el extranjero sin pedirte que recorras medio país para encontrar un profesional que hable tu idioma. ¿Tienes un horario de trabajo complicado? No pasa nada. ¿Vives en un pueblecito donde la conexión a Internet es más estable que el único tren que llega allí dos veces al día? Perfecto. ¿Sientes que necesitas hablar con alguien que entienda tu origen, tus referencias culturales y hasta tus pequeñas manías con la tortilla de patatas? La terapia online está ahí para ti, a golpe de clic.
Además, la terapia online facilita la continuidad: no importa si hoy estás en Francia y mañana te mudas a Bélgica, o si un mes trabajas desde Marsella y el siguiente viajas un par de semanas a España. Tu psicóloga puede acompañarte sin que la distancia física sea un problema.
Aunque la terapia en Francia es una opción, para muchos españoles puede sentirse como enfrentarse a un examen oral de francés… pero hablando de tus emociones más profundas. Aquí es donde los psicólogos online para españoles en Francia son una alternativa increíblemente valiosa. Imagínate hablando con alguien que entiende no solo tu idioma, sino también tus referencias culturales. Alguien que sabe lo que significa un “esto es un sinvivir” o lo que implica “tener un día de perros”.
La terapia EMDR (Eye Movement Desensitization and Reprocessing) es una técnica que ayuda a procesar recuerdos y experiencias emocionales difíciles a través de la estimulación bilateral del cerebro (por ejemplo, con movimientos oculares). ¿Suena raro? Puede ser, pero lleva años utilizándose con muy buenos resultados para superar traumas, gestionar la ansiedad y manejar el estrés. En el contexto de la vida de un expatriado, la EMDR puede ser muy útil para desbloquear esas emociones que se quedan “atascadas” y que a veces influyen en tu día a día sin que te des cuenta.
Quizá no hayas vivido un “trauma” en el sentido más estricto de la palabra, pero adaptarse a otro país, a otra cultura, a un nuevo idioma y a una forma distinta de entender el mundo, puede generar pequeños traumas emocionales que se van acumulando. La EMDR ayuda a soltarlos, a procesarlos, y a seguir adelante.
Imagina que te acercas a la panadería local con toda la seguridad del mundo: “Bonjour, je voudrais une baguette, s’il vous plaît”. Fácil, ¿no? Pero la dependienta te contesta con algo que no entiendes ni a la primera ni a la segunda. Y allí estás, sonriendo nerviosamente, asintiendo con la cabeza, tratando de no parecer un extraterrestre. Al final, sales con una barra de pan que no era la que querías, te vas a casa y piensas: “¿De verdad estoy tan perdido?”.
O el día en que intentas pedir una tapa de jamón en un mercado de productos españoles importados. Hay un señor español atendiendo, y cuando te oye balbucear “¿Me pones un poco…?”, suelta una carcajada y responde con un “¡Claro, paisano, ya pensaba que no quedábamos más españoles en esta ciudad!”. Esa risa y esa frase reconfortante te alegran el día. Pero también te hace pensar: “¿Por qué me sentí tan aliviado solo con oír a alguien hablar mi idioma?”.
Estas pequeñas situaciones, que pueden ser divertidas de contar, también pueden dejarte con una sensación interna de estar fuera de lugar. Y es ahí donde la terapia online para extranjeros cobra sentido: te permite poner palabras a esa mezcla de emociones, procesarlas y encontrar una forma de sentirte más tú mismo estés donde estés.
El primer paso siempre es el más difícil. A veces nos cuesta reconocer que necesitamos ayuda, o nos da reparo pedirla. Pero si has llegado hasta aquí, es probable que sientas que hablar con una psicóloga para españoles en Francia podría serte útil. ¿Por qué no intentarlo? Agendar una sesión de prueba es sencillo: buscas a la profesional que encaje con tus necesidades, contactas por email o a través de su página web, acordáis un horario y… listo.
En esa primera sesión podrás exponer tus inquietudes, contar un poco tu situación y ver si te sientes cómodo. Si la cosa fluye, adelante; si no, siempre puedes buscar otra profesional. Lo importante es no quedarte con las ganas de probar la terapia online y descubrir por ti mismo si puede marcar la diferencia.
Si esta pregunta te ronda la cabeza, déjame decirte algo: reconocer que necesitas ayuda no es un signo de debilidad, sino de valentía. Vivir en otro país puede ser una experiencia increíble, pero también puede generar mucho estrés. Nostalgia, dificultades para adaptarte, o simplemente sentirte desbordado por los retos del día a día son razones más que válidas para buscar ayuda.
Aquí hay algunas señales de que podrías beneficiarte de la terapia:
Si te ves reflejado en alguna de estas situaciones, buscar un psicólogo podría ser el primer paso hacia sentirte mejor.
Sé que mucha gente piensa que la terapia online no es lo mismo que ir a una consulta presencial. Y sí, puede que al principio parezca diferente. Pero déjame contarte algo: la eficacia de la terapia no depende del lugar donde estés, sino de la conexión que crees con tu terapeuta.
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